Mexico

El primer y el último día

En dos semanas cumpliré un año en Alemania, 365 días lejos de mi familia, mis amigos y mis tierras. Aún recuerdo la primera noche en mi habitación de Hagenschies, a pesar del poco tiempo en la ciudad mis pertenencias ya habían aumentado y eso era lo único que me acompañaba en ese lugar tan ajeno, frío, extraño y solo. El jetlag y una pesadilla, se la ingeniaron para despertarme en la madrugada y facilitar el clima para hacerme llorar como una Magdalena. Fue en ese momento, cuando me cayó “el 20” del lugar donde estaba, 9,000 km de distancia entre mis seres queridos, mi cultura, mi rutina… Lloré hasta que me venció el cansancio.

El lunes 31 de agosto me tocó entregar la llave de mi cuarto, que después de más de 11 meses se había convertido en mi guarida de reposo, mi espacio, mi hogar. Al igual que la primera noche, no pude dormir, esta vez porque me quedaba mucho por limpiar y acomodar. Por supuesto, sé que he cambiado, pero fue hasta el pasado lunes que realicé mi vida ya no era la misma. Esa melancolía por extrañar a mi madre, mi sobrinito y mis abuelos, se había reducido a ver sus fotos en mi escritorio o la cercanía inimaginable que me había dado Skype. Me consideraba un poco menos foránea en la ciudad, entre internacionales y alemanes, conocía a mucha gente que bastaba ir a Leopoldstrasse para encontrarme con alguno de ellos, manejaba perfecto las rutas de los buses,  a qué tiendas ir si necesita cualquier cosa y hasta me sabía de memoria algunas plataformas y horarios de trenes.

Me sentía segura. Los miedos de enfrentarme al idioma alemán, una universidad extranjera y otro tipo de gente, habían desaparecido. Ahora, me doy cuenta que lo que más me gusta es explorar y descubrir todo lo que esta experiencia me ofrece. Más que nada, me sentía alegre y orgullosa de mis conocimientos, mis logros y las nuevas metas que me he impuesto. Me dio gusto mirar hacia atrás y poder entregarle este precioso regalo de recuerdos a mi yo del presente.

Estaba ansiosa por dejar la ciudad y no precisamente porque me disgustara, después de tanto tiempo ya le había tomado cariño, sino por dar inicio a una nueva aventura en otro lugar. Cerré la puerta y no creo haber dejado nada en ese pequeño cuarto porque sin duda, todo se quedará en mi memoria.

Enhorabuena, doy muchas gracias a Dios por tener este plan maravilloso para mí y a mi familia por acompañarme a cada momento y jugársela siempre conmigo.

Un beso,

Adri Castro

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Pforzheim

Dime qué estudias y te diré quién eres

No sé cómo sea en otros países pero al menos en México, la profesión que elige cada persona dice mucho de sí. En mi caso, recuerdo cuando era niña quería ser abogada, después cuando pasé a la Secundaria y comprendí un poco el sistema legal nacional, eliminé esta opción y la sustituí por estudiar algo relacionado con física y/o matemáticas. Tenía un maestro que me daba esas dos clases, lo admiraba mucho y a diferencia de otra gente, eran mis horas favoritas del día y me iba muy bien. Me llamaba mucho la atención que el maestro Marco era ingeniero civil pero también se desenvolvía perfectamente como pintor y escritor. Hablando de arte, también cruzó por mi mente ser escritora o periodista pero sinceramente me dio miedo. Primero, por no encontrar trabajo y segundo, por tener un empleo que censurara mis ideas o peor aún que un tercero interfiriera en mi libertad de expresión.

Más adelante, conocí a un hombre que marcó mi vida, el profesor Abed Muñoz, inicié como su alumna en el equipo de ajedrez. Posteriormente, tomé clases de inglés avanzado con él y finalmente, por algunos años fue el director general de mi colegio. Recuerdo que mi escuela pasaba una situación difícil de organización y también económica, debido a la competencia que había entre los institutos privados y hasta los del extranjero porque al operar en la frontera con Estados Unidos, es común que las familias opten por enviar a sus hijos a estudiar a Texas. Fue ahí donde empezó la chamba del Profe Abed, un mercadólogo de raíces mexicanas que vivió la mayor parte de su vida en EUA. Simplemente, fueron incontables los cambios realizados en ese periodo. Desde logo y slogan hasta estructura arquitectónica. Como resultado, aumentó el nivel escolar y la cantidad de alumnos en las aulas. Ahora que estudio merca, me doy cuenta que el Profe Abed logró un excelente reposicionamiento de la marca, apoyado de un cambio en la propuesta de valor (servicio) y una comunicación efectiva con medios masivos y sobre todo Word-of-Mouth (publicidad de boca a boca).

No hace mucho, leí que un mercadólogo es quien dónde los demás ven un problema, él ve una oportunidad y precisamente, eso fue lo que hizo el Profe Abed y me convenció de estudiar esta hermosa carrera. Lamentablemente, Mercadotecnia y otras licenciaturas en México sufren de un estigma. Pareciera que son carreras para gente con menor capacidad intelectual que un ingeniero o un médico. Claramente, las horas que puede dedicar un Ingeniero en Física Industrial a una tarea son mayores a las que ocuparía un Licenciado en Administración de Empresas para algún proyecto porque la naturaleza de sus trabajos son diferentes. Suena estúpido pero a veces aunque un Ingeniero Industrial pueda controlar un modelo de producción si le pidieras diseñar una encuesta para la evaluación de una marca te entregará bs o hasta se le dificultará comprender el porqué de las preguntas. Mi solución a esto es cultivarnos. Cuando conoces la importancia de cualquier profesión u oficio, los valoras por sencillos que parezcan. De manera muy especial, ya me pasó con los comunicólogos y estando en Pforzheim con quienes estudian Negocios Internacionales.

En el Tec, quienes están en las filas de la Licenciatura en Negocios Internacionales (LIN) no tienen muy buena reputación. Hasta en la escala de licenciados están por debajo del nivel medio de dificultad y no son tan conocidos casos sobresalientes, aunque claro que los hay, como Anny Escalante, que se ganó una beca completa para estudiar en Yale por un año. Mi universidad, Hochschule Pforzheim, se encuentra en el Top 5 de escuelas de negocios en Alemania, los maestros están bastante preparados y la mayoría de los alumnos también. Hace poco me dí cuenta que para inscribirte a LIN en Pforzheim, tienes que ya saber tres idiomas (Alemán, Inglés y Español/Francés), sin contar que es obligatorio salir a estudiar al extranjero por lo menos un semestre. Partiendo de lo que estudian, es bastante lógico que necesiten expresarse en más de dos lenguas y tengan al menos, una experiencia internacional durante la carrera. Pensando en esto creo que muy poca gente de mi campus y hasta de otras universidades en México contando ingenieros, tendrían el perfil para ser LINes alemanes. En particular, admiro mucho a quienes cumplen con estas características como mi amigo veracruzano, Mario Montero, quién orgullosamente es LIN y habla cuatro idiomas. Te extraño Domm.

Hasta el momento, en el Tec es obligatorio tener un puntaje igual o superior a 550 puntos en el examen TOEFL (Test of English as a Foreign Language) para graduarte independientemente de lo que estudies y si eres de Modalidad Internacional debes tener 600 puntos en el TOEFL y haber cursado dos semestres en el extranjero. Según algunos de mis maestros, también quieren hacer la experiencia internacional obligatoria. Hecho que me parece una excelente propuesta pero habría que también disponer con mayor cantidad de convenios con universidades extranjeras y precios más económicos para los programas que no son de intercambio. Entre que son peras o manzanas, el caso es que esto nos debe abrir los ojos para ver el nivel de la competitividad internacional y qué tanto debemos esforzarnos para superarla.

Regresando a las profesiones y oficios, sólo les puedo decir que si aman lo que hacen, no importan las críticas porque vaya que están en el camino correcto. Un abrazo y felicidades a los Tigres o Americanistas que hoy levantan la copa.

Adri Castro

Pd. Ya sé que les debo una entrada de Ámsterdam pero ya casi queda.

Me duele México

Hace casi tres semanas, mi celular dejó de funcionar. Recordé un local de reparación de electrónicos en el centro de Pforzheim y acudí a él para solucionar mi problema pero fue hasta la novena tienda que visité, dónde encontré la pieza que necesitaba. El dueño era un alemán como de 55 años que hablaba muy bien inglés. Me preguntó el porqué mi estancia en el viejo continente y por supuesto, mi lugar de procedencia. Cuando le dije que era mexicana, me comentó había visto en las noticias un ataque del gobierno hacia estudiantes, en el que incluso hubo muertos, impactada por lo que me decía, le contesté desconocía el asunto y que probablemente había confundido la noticia con el aniversario de La Matanza de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968.  Refutó mi argumento y me dijo eso había pasado hace unos días pero aceptó también podía haber malinterpretado la información. Sin más, tomé el bus #6 y me dirigí a mis resis. No hice ninguna investigación respecto al tema porque no me lo imaginé que podía pasar y a parte no había visto nada relevante en redes sociales.

Fue hasta varios días después que me encontré en Facebook algunos posts relacionados con la desaparición de 43 estudiantes normalistas y el asesinato de seis en Ayotzinapa, Guerrero el 26 de septiembre. Para las personas que me leen fuera de México y/o desconocen esta situación, les resumo la nota «Pienso, luego me desaparecen» de Pamela Soria en CulturaColectiva:

«El pasado 26 de septiembre jóvenes de la escuela normal rural de Ayotzinapa fueron atacados por la policía municipal de Iguala en el estado de Guerrero, la justificación, recuperar un par de autobuses que supuestamente habían sido secuestrados por los normalistas en el contexto de una protesta estudiantil. El saldo al día de hoy, 6 muertos y 43 desaparecidos. El 29 de septiembre Enrique Peña Nieto cancela su gira por Guerrero sin hacer ninguna pronunciación respecto a los hechos. El 30 de septiembre, 13 estudiantes regresan a casa, 43 continúan desaparecidos, los mismos de los que hoy nada se sabe. El 1 de octubre, José Luis Abarca  y Felipe Flores Velázquez, alcalde y jefe de seguridad pública de Iguala se dan a la fuga. El 6 de octubre, Peña Nieto emite un mensaje tibio en donde condena los hechos, en tanto la Gendarmería Nacional toma el control de Iguala. El 8 de octubre, se realizan movilizaciones a lo largo de México y en las principales ciudades del mundo para exigir al gobierno acciones claras para castigar a los responsables y encontrar a los desaparecidos. El 9 de octubre se realizan manifestaciones en muchas ciudades del país y capitales del mundo. El 21 de octubre se inundan las redes con el hashtag #EPNBringThemBack para que el mundo conozca lo que está sucediendo. 22 de octubre se llevan a cabo 120 marchas, concentraciones y paros. Guerrero es hoy uno de los estados más violentos del país tomando en cuenta el número de homicidios y desaparecidos e Iguala uno de los municipios más violentos de ese estado, de acuerdo con cifras oficiales, hoy, en Guerrero se vive bajo la estructura de un narco-gobierno.»

No me caía «el veinte» de esta historia de terror hasta que vi el siguiente vídeo:

Desde ese momento, no he dejado de pensar en qué pasaría si yo fuera uno de esos estudiantes. Quizás, me hubiera levantado ese día con la idea de realizar mis tareas pero sin sospechar que por la tarde me asecharía la muerte. No puedo imaginar el pánico al escuchar tantos balazos, las voces de quiénes pedían auxilio y clamaban ser inocentes. No sé qué hubiera hecho al ver a mis amigos agonizar y si corría con la suerte de no haber muerto en ese momento, más tarde, me llevarían presa para realizar conmigo una infinidad de torturas para después pensar que mejor hubiera sido me volaran los sesos dentro de ese camión. Lástima que esto no termine con el fallecimiento de esos jóvenes porque el dolor sigue para los que se quedan.

Me llena de lágrimas pensar en mi madre, saliendo a lugares lejanos para buscarme, viva o muerta. Queriendo grabar en la mente de cada persona mi nombre y mi rostro para que me recuerden. Encendiendo una veladora en la iglesia. Pidiendo respuestas a un gobierno que se ha quedado mudo para su conveniencia. ¿Cuántas noches pasará sin dormir? ¿Cuántas veces me confundirá cuando camine por las calles? ¿Cuándo superará que la corrupción y la violencia se llevaron un pedazo de su vida?

Sé que el propósito de este espacio es compartir mi experiencia en el extranjero pero me duele México y quiero que más gente conozca la situación que se vive en mi país. Tal y como dice el Consejo Editorial de Nueva Prensa:

“Quiero hacerlos cuestionarse, ¿cuantas fosas más se necesitan encontrar para darnos cuenta de que a México lo están matando? ¿Cuántos desaparecidos más necesita haber para que se genere un cambio? ¿Cuántos lavados de dinero, cuántos feminicidios, cuántos pobres, cuántos crímenes de estado estamos dispuestos a dejar pasar para exigir que nuestra voz, una voz de un México a quien están torturando, sea escuchada?”

No sé desde dónde me leas, a qué te dediques y mucho menos quién eres, pero seguro, si tienes hijos comprendes la desesperación de estos padres y si al igual que yo, sólo eres un joven sabes que nadie tiene derecho a quitarte la vida.

Porque me duele México, protesto y exijo.

¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

Adriana Castro

Me dieron ganas de presumir

Sé que había prometido escribir sobre mi primera semana de clases y el viaje a Strasbourg pero siento que no puede pasar más tiempo sin contarles mi experiencia en la clase de Negocios Internacionales. Para empezar un poco con la internacionalización quiero agradecer todas las visitas que ha tenido el blog de diferentes países como Estados Unidos, Francia, Australia, Corea del Sur, España, Canadá, Venezuela, Italia, Reino Unido y por supuesto, México y Alemania. Me llena de alegría saber que me leen y sobre todo, que lo compartan y de esta manera pueda llegar a más personas.

Como algunos saben, estudio la Licenciatura en Mercadotecnia y la razón por la que estoy de intercambio es para obtener un doble grado en International Marketing por la universidad Hochschule Pforzheim, bueno como diría mi maestro de estudio bíblico ya fue mucho rollo, el caso es que para lograr mi doble titulación necesito cursar materias específicas, incluso algunas que ya había tomado en México. En primera estancia, esto me pareció tonto porque aunque la perspectiva iba a ser muy diferente, lo consideraba como una pérdida de tiempo que podría invertir para adquirir nuevos conocimientos.

Una de estas clases es la de Introducción a los Negocios Internacionales. En el Tec, convencida por las palabras de mi ex Directora de Carrera «Adri, tú puedes», me tocó llevarla en primer semestre, aunque es de tercero. Fue algo terrible. Mi maestra, a quién aprecio y recuerdo con mucho respeto, era polaca y tenía una voz muy fuerte que parecía siempre estaba enojada. Tenía demasiado miedo que se llegara el martes o jueves a las 12 del mediodía porque era la hora de Agatha y por más que leyera o estudiara, eran los 90 minutos más inseguros de mi vida en el 2011. Ni hablar de los parciales o el examen final, hacían temblar a más de uno.

El jueves 2 de septiembre fue mi cita con mi nuevo torturador. Llegué 15 minutos antes y ya había gente en el salón (qué intensidad, lo sé, yo también soy una intensa), el recinto era aproximadamente para 40 personas, había unas mesas que formaban una «U» y otros pupitres en el centro. El aula se llenó faltando 5 minutos para que iniciara la clase pero más alumnos seguían entrando e incluso traían sillas del salón vecino. Ya no cabía ni un alma y había gente afuera, el maestro les sugirió pasaran al frente y se sentaran en el piso. El profesor es un alemán de rostro muy relajado como de 55 años, tez blanca, estatura baja, calvo y porta lentes.

Mi maestro se llama Waldemar Pfoertsch. Es bastante moderno y tiene su propia página de Internet, que es una verdadera joya, pueden encontrar información sobre Mercadotecnia, Negocios Internacionales, Social Marketing, Brand Management, Marketing B2B entre otros temas de gran interés. Al inicio de la sesión, nos platicó un poco sobre su experiencia laboral que se ha desarrollado principalmente en el extranjero, pueden conocerla detalladamente en su perfil de LinkedIn. Después, nos preguntó quién ya había viajado por 5 continentes, nadie levantó la mano, siguió haciendo la misma pregunta pero ahora por 4 continentes, ahí una chica alemana respondió que sólo le faltaba conocer África. Así continuó, cuestionándonos que países habíamos visitado y con qué propósito. Posteriormente, proyectó algunas imágenes y fechas importantes en la historia mundial, fácilmente reconocí a La Torre Eiffel, La Muralla China, El Taj Mahal, El Atentado a las Torres Gemelas en el 2001 y La Crisis del 2008. Por último, nos explicó que el 2013 había sido el mejor año para la economía alemana en la historia y añadió que todos los estudiantes internacionales veníamos de países que estaban en crisis o trataban de salir de ellas, como es el caso de Portugal y Francia. Sentí este comentario presuntuoso porque siguió comparando y hablando de «las maravillas» de la tecnología, política y educación en el país germánico.

Cuando llegué a las Residencias, seguía dando vueltas en mi cabeza lo que había pasado en la clase. Siendo sincera, me pareció muy etnocentrista el argumento del maestro, esperaba una opinión más cercana al relativismo cultural pero me dieron muchas ganas de poder presumir así a mi país. Que los extranjeros admiren nuestro fomento al deporte, a la cultura, a la educación, a la apertura comercial, a la equidad de género, a la participación ciudadana; que nos envidien por nuestro buen gobierno, la calidad de los servicios públicos, la seguridad y el orden, etc. Cabe mencionar, que no poder decir todo esto de México por ahora, no me hace sentir menos orgullosa de mi nación. Si por algo le doy gracias a Dios es por la madre que me tocó y por haber nacido en suelo tricolor pero hay que reconocer que muchos aspectos de nuestro país claman a gritos ayuda. Esta semana, leí el reporte «Índice para una Vida Mejor 2013″ hecho por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), resumí en la siguiente tabla la información más relevante.

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Como pudieron constatar, los resultados muestran una situación crítica. Respecto al ingreso familiar disponible, los mexicanos gozamos casi la mitad de la cantidad promedio de los países que conforman a la OECD mientras que los alemanes ganan 2.4 veces más, sin importar que en México se trabaje 1.6 veces más que en su país. Probablemente, el problema anterior esté ligado a la educación puesto que en México únicamente el 36 por ciento de la población cuenta con un título de secundaria cuando el promedio de la OECD es del 75 por ciento y en Alemania sólo el 14 por ciento de los habitantes carecen de este grado académico. De manera similar, nuestra esperanza de vida es 6 años menor a la media pero no es sorprendente porque el gasto público en salud con respecto al PIB es 35 por ciento menor al promedio y 45 por ciento menor que el de Alemania. En términos de seguridad, nuestra tasa de asaltos es 3.3 veces mayor a la del promedio y la de homicidios supera 5.7 veces a la media. Pareciera que estas cifras son insignificantes debido a que seguimos considerando el 82 por ciento de nuestro día con experiencias positivas y tenemos una satisfacción de vida 22 por ciento superior al promedio. Sin duda, estos son números para reflexionar.

Para la segunda clase, el profesor nos pidió preparáramos un ejemplo de globalización. Un croata inició compartiendo su experiencia al comprar un libro americano por Amazon, después siguió un chileno que explicó como la comida típica de cualquier país al internacionalizarse adquiere el sabor regional, así continuaron exponiendo ejemplos sencillos sobre el tema en cuestión. El Pr. Pfoertsch, me sostuvo la mirada y le contesté había preparado una pequeña ppt de Grupo BIMBO, me respondió le encantaba la iniciativa. Primero, me presenté con el grupo con mi nombre y mi nacionalidad. Les conté que BIMBO es una empresa mexicana líder en panificación a nivel mundial, que opera en 22 países en América, Europa y Asia, con más de 100 marcas posicionadas en el mercado internacional y había tenido ventas por 13,786 millones de dólares en el 2013. El maestro conocía BIMBO porque había trabajado en Estados Unidos y complementó mi presentación, comparándola con compañías alemanas del mismo calibre y su estrategia para colocarse como los número uno a nivel global.

Finalmente, logré mi cometido. Presumí una de la mejores empresas de México y del mundo pero estoy consciente de que existen muchas áreas en las también podemos demostrar nuestra capacidad de liderazgo, trabajo en equipo, innovación y creatividad y creo que el mejor momento para empezar a hacerlo es HOY y el mejor lugar es dónde estás.

Un abrazo,

Adri Castro

Referencias:

Reporte OECD México: http://www.oecdbetterlifeindex.org/es/countries/mexico-es/

Reporte OECD Alemania: http://www.oecdbetterlifeindex.org/es/countries/germany-es/

Reporte OECD Otros países: http://www.oecdbetterlifeindex.org/es/countries/